Hoy leí Vasilisa the Beautiful, un cuento popular ruso. Excelente, me gustó. Puede leerse aquí y una versión ligeramente distinta y más simple aquí. El camino hasta el cuento partió del encuentro casual con una ilustración de la bruja llamada Baba Yaga. Posteriormente, tratando de informarme más sobre esta bruja que desconocía llegué a este cuento del cual Baba Yaga es un personaje importante. Creo que el cuento apareció compilado por primera vez en el libro Russian Fairy Tails, una compilación de cuentos rusos realizada por Alexander Afanasyev. Es una historia muy buena, un cuento de hadas, una especie de cenicienta rusa. Fiel a varios estereotipos, encontramos en este cuento a la protagonista bella, virtuosa, querida, y también a la madrastra y hermanastras perversas. A la maldad de éstas sumemos el horror del bosque y sus personajes siniestros, principalmente originado en la bruja Baba Yaga. La atmósfera del cuento en cierto punto se inunda de las corrientes frías y aterradoras tan típicas de muchos cuentos infantiles… corrientes del terror que con frecuencia me han hecho pensar que esos cuentos infantiles de infantiles tienen poco. Además de estos terrores, en varios pasajes se nota que Afanasyev no ha olvidado al lector adulto al momento de presentar la historia: el cuento incorpora metáforas complejas, descripciones rurales, esbozos agudos del tema premio-castigo.
Hay una parte del relato que quiero destacar, parte de una charla entre Vasilisa y Baba Yaga:
“Well,” said the old witch, “only remember that every question does not lead to good. If thou knowest overmuch, thou wilt grow old too soon. What wilt thou ask?”
Relación interesante entre knowing y growing old. Porque conocimiento significa poder, pero también antigüedad. Juventud, poder, sabiduría; tesoros no necesariamente compatibles.
Hola, querido Alejandro:
Empiezo con tu entrada actual. No he leído el cuento popular ruso que nos recomiendas, pero prometo hacerlo y volver a darte mi opinión, aunque por lo que comentas ya sé de antemano que me va a gustar mucho. Por cierto, la ilustración que encabeza tu post es preciosa. El poder puede ser compatible con el conocimiento, creo, pero lo veo más difícil de compatibilizar con la sabiduría, aunque ha habido poderosos muy sabios, pero son los menos. En ese momento sólo me viene a la mente Marco Aurelio, el Emperador filósofo. Ya digo: excepciones…
Por otra parte, no sabes cuánto agradezco tu intervención en el blog. Debes ser el lector más asiduo y fiel que tengo. Por ello debería darte un premio.
Respondiendo un poco a lo que me planteas, te diré que algunas de las obras citadas, como podrás leer pronto en mi blog, son relatos más que novelas (así La máquina pensante, de Futrelle, y El viejo en el rincón, de la Baronesa Orczy), cuentos que encabezan otra serie de relatos que tienen por protagonistas bien sea a ‘la máquina’ (un profesor ultrainteligente al que llaman The Thinking Machine) o bien a un hombre mayor, ‘el viejo en el rincón’ (The Old Man in the Corner), que resuelve los crímenes que le plantean sin salir de su cuarto.
Ya hablaremos de ellos. Y del Padre Brown, por supuesto.
En cuanto a El misterio de Big Bow, te la recomiendo porque es muy divertida, pero es cierto que el final podría dejarte insatisfecho, tal vez porque defraude un poco la solución ante un misterio tan aparentemente irresoluble.
Seguro que a tu hermana le decepcionaría pero, al mismo tiempo, te aseguro que la novela en general os gustaría porque es un relato muy entretenido del Londres de finales del XIX.
Y sobre España, ¿qué decirte? Ya sabrás lo del movimiento del 15-M y la Democracia Real Ya. Algo de razón tienen, pero creo que podrían haber protestado de otra forma. Dan muy mala imagen de Madrid y de España, en general. Otra cosa es que tenemos unos políticos nefastos, tanto los de un color como los de otro, ahí no hago distingos.
Que gane tu Barça, y que todo te vaya muy bien a ti y a los tuyos.
Un abrazo muy fuerte, con todo mi agradecimiento