Tenía varios días leyendo el volumen con los cuentos completos de Juan Carlos Onetti. Desde el excelso prólogo de Antonio Muñoz Molina, hasta Bichicome -el último de los cuentos-, he apreciado con fervor, a veces con fanatismo, toda esta literatura. Puedo señalar, en orden, algunos cuentos favoritos: Jacob y el otro, El álbum, La cara de la desgracia. Puedo, también, encontrar reminiscencias de la Sonya de Dostoievsky en el cuento Mascarada. Tampoco pude evitar pensar en el cuento La noche que lo dejaron solo de Juan Rulfo cuando leí El obstáculo. Sin embargo, sorpresas mayores esperan cuando se leen La larga historia y La cara de la desgracia: es una demostración irrefutable de que los seres superiores existen.
Con Onetti me cuesta en demasía esa atmósfera gris, lluviosa, decadente.
Tenía tiempo sin comentar por aquí 😀 De Onetti, recuerdo a Larsen, “Juntacadáveres” creo.