Todas las películas de Studio Ghibli me resultan muy recomendables. Ésta, Howl’s Moving Castle, basada en el libro homónimo de Diana Wynne Jones, es toda una delicia sensorial. Miyazaki logra un balance perfecto entre los espacios mágicos y los espacios cotidianos, no-mágicos. Además, el contenido de la película aborda varias ramas filosóficas y plantea preguntas importantes. Para verla una y otra vez.
Hola de nuevo, Alejandro:
No la he visto pero, por la imagen y lo que cuentas, se me quedan unas ganas tremendas de verla. Ya te comenté, creo, lo aficionada que es mi esposa al mundo japonés, así que tomo buena nota y, si podemos verla, volveré para dejarte un parrafillo sobre esta joya.
Abrazos