Esperanza

Con frecuencia, de las canciones permanecen en nosotros sólo pequeñas muestras, con forma de versos o tonos fragmentados. En este momento, además de reafirmar algunos de tales fragmentos en mi memoria, recuerdo la vieja radio gris y beige sobre la nevera, que desde muy temprano llenaba varias de mis mañanas infantiles con alguna señal AM. De ese tiempo cada vez más remoto conservaba una parte muy pequeña de una canción, específicamente una salsa, que en algunas partes dice “Y entre la escoba y el trapeador, Esperanza esconde su corazón”. Recién dos o tres semanas atrás, y gracias a la gentil y magnífica colaboración de varias personas, he podido conocer que la canción a la cual pertenece ese fragmento se llama Esperanza, y que su autor e intérprete es Jean Paul Colé, un cantautor cubano que vivió algún tiempo en Venezuela. El tema Esperanza está contenido en el disco El Ángel Desobediente (1993). No es una canción muy conocida, y no pude encontrar la letra por ningún lado. La transcribo aquí, y también, si alguien siente suficiente curiosidad, puede escucharla. A mí me encanta, me parece una composición brillante, elocuente, y retrata con maestría una tristísima realidad del mundo.

[wpaudio url=”http://www.chocolatesparalucia.com/wp-content/uploads/2011/09/jpce.mp3″ dl=”0″ text=”Jean Paul Colé – Esperanza”]

Esperanza es una joven
tan bella como una flor,
con manos de porcelana
y cuerpo de ruiseñor,
pero el destino la tiene
atendiendo un mostrador.
Esperanza vino al mundo
de familia no pudiente,
con un hermanito enfermo
y un padre que la abandona,
y hay que buscar la comida
pues el hambre no perdona.
Y entre la escoba y el trapeador
Esperanza esconde su corazón,
entre un borracho y un vaso de ron
Esperanza sueña con un amor,
que se la lleve, que se la lleve,
que se la lleve muy lejos.
Ay, que se la lleve, que se la lleve,
que se la lleve muy lejos.
Esperanza te llamaron
por irónica elección,
como animal te marcaron,
por una sola razón,
carne fresca en el mercado,
no hace falta corazón.
Y entre mil manos groseras
y palabras de burdel,
con un grito que ella ahoga
entre sus labios de miel,
Esperanza me hace daño
tu sonrisa de papel.
Y entre la escoba y el trapeador
Esperanza esconde su corazón,
entre un borracho y un vaso de ron
Esperanza sueña con un amor,
que se la lleve, que se la lleve,
que se la lleve muy lejos.
Ay, que se la lleve, que se la lleve,
que se la lleve muy lejos.
La historia que aquí les cuento
la puede usted constatar
sólo saliendo a la calle
a Esperanza va a encontrar,
con una escoba en la mano
en la barra de algún bar.
Y entre la escoba y el trapeador
Esperanza esconde su corazón,
entre un borracho y un vaso de ron
Esperanza sueña con un amor,
que se la lleve, que se la lleve,
que se la lleve muy lejos.
Ay, que se la lleve, que se la lleve,
que se la lleve muy lejos.

Esperanza, por Jean Paul Colé. Tercer tema del disco El Ángel Desobediente (1993).

Cosmogony

Cosmogony es uno de los anticipos del nuevo álbum de Björk, Biophilia, a publicarse dentro de dos meses. La canción, sin tener que decirlo, me resulta una delicia. Ciertamente, la voz única de Björk contribuye a la admiración. Pero lo que más me interesa es la letra, que reproduzco aquí:

Heaven, heaven’s bodies
Whirl around me, make me wonder
And they say back then our universe was an empty sea
Until a silver fox and her cunning mate
began to sing a song that became the world we know

Heaven, heaven’s bodies
Whirl around me make me wonder
They say back then our universe was a coal black egg
Until the god inside burst out and from its shattered shell
He made what became the world we know

Heaven, heaven’s bodies
Whirl around me make me wonder
And they say back then our universe was an endless land
Until our ancestors woke up and before they went back to sleep
They carved it all into the world we know

Heaven, heaven’s bodies
World around me make me wonder
And they say back then our universe wasn’t even there
Until a sudden bang and then there was light, was sound, was matter
And it all became the world we know

Heaven, heaven’s bodies
Whirl around me
dance eternal

Pensaba en esta canción cuando decidí publicar el fragmento de The Dry Salvages de T. S. Eliot. Hay una temática común subyacente en ambos textos: hombre y universo. El misterio de la vida, las preguntas sobre lo que somos y lo que nos rodea, el Gran Colisionador de Hadrones, las fronteras del universo (¿tiene fronteras o es algo infinito inabordable por nuestro raciocinio?), el minúsculo grano de arena que somos en comparación con planetas, estrellas, sistemas, galaxias, y lo inmensamente desconocido. El flujo universal de la energía, la tendencia ¿irreversible? a la entropía, las preguntas que a veces asoman en los resquicios de la mente.

Y alegre, el jibarito va cantando así

Un lamento. El tiempo pasa, pero el jibarito aún sufre el lamento en la perla de los mares, tierramar del Edén inmenso que bien puede ser toda América: Borinquen. Va cantando alegre porque Rafael Hernández así lo ha querido. Y he querido yo recordar la interpretación de Caetano Veloso, singular, muy a mi gusto[ref]Caetano Veloso incluyó este tema en su disco Fina Estampa (1994), uno de mis discos favoritos.[/ref].

Preaching the blues

De los inagotables talentos de Hugh Laurie ha brotado también un gran disco de blues, Let them talk (2011), altamente recomendado. Grandes versiones de inmortales clásicos del blues (¡el piano en St James’ Infirmary es maravilloso!).

Ya en su anterior álbum, Tell ‘Em What Your Name Is! (2009), anunciaban estar listos para grandes desafíos (tengo un cariño especial por la pieza Humpin’ de ese disco). Ahora, su nuevo disco, Scandalous (2011) es música de la buena de principio a fin. De allí proviene Livin’ in the Jungle, y otros temazos como She’s so Scandalous y el genial cover del clásico de Ivory Joe Hunter, Since I met you baby. 5/5 para este disco.

Más sobre Milonga para una niña

En la entrada Milonga para una niña la señorita Jessica (una mujer que es compendio de inteligencia y buen gusto), escribió un comentario que me ha agradado, y que también me ha parecido digno de metamorfosear en una entrada, para preservarlo, para aumentar la probabilidad de que lo lean. Dice:

Milonga para una niña va más allá de un hermoso tema. Es una de esas historias que inundan a los adentros de quien las lee. Una mezcla de ternura y realidad. Un sentimiento palpable, una canción que se abraza. En casa tengo un libro que se llama La memoria profunda – son textos y reportajes por Raúl Lamarque, Saúl Ibargoyen y Jorge Miglionico – y en el, Zitarrosa dice lo siguiente sobre esta canción:

“Es una milonga que yo hice pensando en dos o tres mujeres, no porque hayan sido mujeres mías sino porque se presentaban como dos o tres imágenes arquetípicas del amor.
¿Cómo se integran esos arquetipos?
Pues cuando surge algún tema de carácter amoroso, amatorio, erótico, siempre debe buscarse más de una mujer. Es una flor para adentro. Con varias se cristaliza una o de una se desprenden varias… Puede ser todo eso… El amor es un ojo que te mira, y te ama, pero cuando le empiezan a pasar unas luces y ese ojo comienza a pensar, también empieza el miedo… amor de duro diente, hasta el hueso.

En función de tanto y tanto amor… según el tiempo, se va completando la concepción del amor; luego de haber amado tantas y tantas cosas, desde un libro hasta un perro, desde una mujer hasta un niño, desde un amigo hasta un enemigo incluso —aunque aquí no sea amor sino afección—. Y todo eso vuelve más complejo el asunto del amor. ¿Qué es? La donación de si mismo que entraña el acto de amar, así se trate de una pequeña parte de tu ser, la solidaridad, el auxilio económico, la pasión como pasión sexual… Claro que hay en el amor una capacidad de fuga, de ser fluyente hacia el futuro, y el goce está en seguirlo hacia donde vaya, con el riesgo de que en ese fluir sea el propio amor el que se nos quede por el camino…”

Un genio, verdad?
Cuando leí este post me dio ganas de compartir el fragmento. Espero que te guste.
Saludos desde el sur.

Sí, es un genio. Y sí, me gustó mucho. Gracias. Caramba, se queda uno felizmente sin palabras ante tanta elocuencia, ante el intimismo de la composición. ¡Cómo habla el poeta, diciéndolo todo! Y leyéndolo, uno descubre los propios sentimientos y puede atreverse a darles un nombre, a quizás aventurar una explicación. Magistral. Gracias, Jessica. Saludos desde el norte del sur.

La familia, la propiedad privada y el amor

Hay discos y hay discos. De los discos, aquí, rápido y sin muchos miramientos, acuden a mi recuerdo Who’s Next de The Who, Hijo de la Luz y de la Sombra de Serrat, Guitarra Negra de Zitarrosa, The Queen is Dead de The Smiths, The Velvet Underground & Nico de The Velvet Underground, The Jazz Album de Royal Concertgebouw Orchestra/Dmitri Shostakovich, Transformer de Lou Reed, Gling-Gló de Björk Guðmundsdóttir & tríó Guðmundar Ingólfssonar, A Love Supreme de John Coltrane, Desire de Bob Dylan, Libertango de Astor Piazzolla, Fina Estampa de Caetano Veloso, Another Green World de Brian Eno, Songs of Leonard Cohen de Leonard Cohen… y podría seguir y seguir. En este momento estoy escuchando un feliz integrante de la lista de discos: Al final de este viaje, de Silvio Rodríguez, disco magistral de principio a fin, con clásicos entre clásicos como Canción del elegido, Ojalá, Óleo de mujer con sombrero. Hoy, hoy me gusta mucho este tema:

El derrumbe de un sueño / algo hallado pasando / resultabas ser tú. / Una esponja sin dueño / un silbido buscando / resultaba ser yo. La letra completa, en Cancioneros.

Milonga para una niña

Hoy estaba escuchando al gran Alfredo Zitarrosa. Milonga de ojos dorados fue uno de los discos que escuché. Este disco, editado en México en 1979, incluye uno de mis temas favoritos, Milonga para una niña. Por cierto, nació Zitarrosa en Montevideo, un 10 de Marzo de 1936, por lo que hace 10 días se cumplieron 75 años de su nacimiento. La letra de Milonga para una niña, con unas notas muy interesantes, puede encontrarse en la excelente página Cancioneros, aquí. Hermosísimo tema.