Ayer vi la que supuestamente es la última entrega de Shrek: Shrek Forever After. Como en las anteriores películas de la saga, mi personaje favorito es Burro. Simplemente me hace reír demasiado; sólo verlo causa gracia. Agréguese al Gato con Botas, y sus famosas secuencias de “ojitos”, y mi diversión está garantizada. Por cierto, la gente de DreamWorks Animation trabaja en una película “protagonizada” por el Gato con Botas (Puss in Boots); mis expectativas son altas.
Ciertamente, se nota que han “estirado” la historia para arribar al argumento narrativo de esta película. Pero estoy dispuesto a tolerar casi cualquier excusa para las aventuras de Shrek. Tolero también que el villano Rumpelstiltskin reciba lo que a mi juicio son demasiados minutos en pantalla. Mi favorita continúa siendo Shrek 2, pero pasé un buen rato con esta película. Varios juegos de palabras, el ingenio de ese burro inconfundiblemente llamado Burro, las apariciones graciosas del (ahora gordo) Gato con Botas, una música excelente (fui muy feliz al escuchar “Top of the World” de The Carpenters), y una realización impecable. Nada que produzca sanas risas puede ser malo.