Mucha agua había caído del cielo, mucha agua había pasado bajo los puentes. Y como a veces siempre hay una primera vez, Messi finalmente ha logrado su estreno goleador en San Mamés (también su primer gol como visitante esta temporada). Agradecemos a todos los jugadores por la intensidad y entrega que hicieron de este encuentro un desafío memorable, y una confirmación enésima de lo grande que es el Bilbao, y lo difícil que resulta este equipo para el Barça. Esta clase de partidos engrandecen al fútbol. Creo que ha sido el Athletic el primer equipo que esta temporada ha desafiado al Barça, sin temores ni repliegues, durante todos los 90 minutos y pico.
Agregaré que Cesc jugó un partidazo, y que me ha resultado un poco raro lo de Adriano jugando de extremo con Villa y Alexis en el banco. Pero en fin… razones claras habrá detrás de todas las decisiones involucradas. Por otro lado, la lluvia desbordó literalmente al drenaje de La Catedral, restando un poco de calidad técnica al encuentro. Sin embargo, esto fue compensado por los inflexibles deseos de ganar que mostraron ambos equipos. Este Athletic, antes con Caparrós, y ahora con Bielsa, es una fortaleza. Un grandísimo oponente. Así se disfruta más el juego, cuando los rivales son grandes de verdad.