Vozvrashcheniye. De Andrei Zvyagintsev. 2003. Una obra maestra. Hacía mucho que no veía una película tan bien realizada. La película trata sobre dos hermanos rusos (Iván y Andrei) cuyo padre regresa a casa luego de una ausencia de 12 años, y se los lleva a un viaje transformado en un descubrimiento del significado de ser hombre. Algunas escenas me resultan especialmente memorables, como aquella donde la cámara nos muestra lo que atrae la atención de Iván y sus binóculos. La dirección es magistral. Me encanta la forma en que el lenguaje visual se reduce a lo esencial, y debemos reconstruir la acción, lo que en cierto modo me evoca las películas de Tarkovsky. Excelente.
La actuación de Konstantin Lavronenko, en su rol de padre de los dos jovencitos rusos, es soberbia.
Por cierto, el padre de Andrey Zvyagintse desapareció de su vida desde los 6 años. Entonces, no escapa la película a lo autobiográfico.